Esta semana, no sítio do costume... [PuroJazz], Roberto Barahona oferece-nos a música de "Bean", aka "The Best and Only" e Coleman Hawkins, assinalando o centenário do nascimento do pai do saxofone tenor moderno. Não do instrumento em si mesmo, cujo foi, como se sabe, um senhor belga chamado Antoine Joseph Adolphe Sax, mas da arte de tocar jazz nesse instrumento, que lhe conferiu uma marca genética fundamental.
"Esta semana celebramos el centenario del saxofonista Coleman Hawkins, quien nació el 21 de noviembre de 1904 en Saint Joseph, Missouri.
De los instrumentos que se usan en el jazz, sin considerar la sección rítmica, yo diría que el más importante es el ubicuo saxofón tenor. Los grandes nombres del jazz eran saxos tenor, Ben Webster, Lester Young, Dexter Gordon, Stan Getz, Sonny Rollins, John Coltrane y el innovador Coleman Hawkins. Pero esto no era así cuando el jazz se inició. Pasaron casi tres décadas hasta que surgiera Coleman Hawkins, saxo tenor de la orquesta de Fletcher Henderson de los años 20. Hoy el saxo tenor no sólo lo aceptamos como instrumento del jazz sino que consideramos que es la esencia del jazz, y en gran parte se lo debemos a Hawkins.
Hawkins reinó como el más importante saxofonista por años hasta que a mediados de la década de los años treinta viajó a Europa, invitado por el director de orquesta británico Jack Hylton a participar en varias giras por el continente. Hawkins pensó que ésta duraría algunas semanas o meses, pero no estaba preparado para el recibimiento que tuvo por parte de los entusiastas aficionados al jazz europeos. La gira duró cinco años.
A fines de la década, Hawkins emprendió su regreso a América, en gran parte por la eminente guerra que estaba pronta a irrumpir y, más importante aun, su indiscutible puesto como el líder de su instrumento lo desafiaban importantes nuevos exponentes del saxo tenor; principalmente Ben Webster y Lester Young. Una de sus primeras actuaciones las hizo en el club Kellys Stables en Nueva York con una banda de nueve músicos desconocidos. Esa actuación no tuvo gran éxito, por lo menos el público no apareció como se esperaba. Luego participó con el mismo grupo en una sesión de grabación, la que resultó en gran éxito para Hawkins y que afectó el rumbo de su carrera. Se dice que una vez que la sesión concluyó, con sólo tres temas, el productor le propuso a Hawkins, quien regañadientes accedió, que tocara una balada más sugiriendo Body and Soul, uno de los temas que había entrepretado en el Kellys Stables.
El tema lo inicia el pianista Gene Rodgers con una introducción improvisada, Hawkins entra inmediatamente a la melodía. Su tono es suave, y el tempo seguro. Después de dos compases, abandona el tema y se limita a insinuarlo durante todo el solo. Es una rapsodia improvisada, llena de ideas. Este concepto lo mantiene durante dos coros y una coda, sin regresar al tema. Magistral. Si el Body and Soul de Coleman Hawkins no es la improvisación más celebrada del jazz en sus primeros 100 años, debe ser sin duda una las más aclamadas. De más hablar del éxito que tuvo esa grabación, lo identificó por el resto de su carrera.
Este domingo en PuroJazz, 28 de noviembre, 2004, el saxofonista radicado en Cuba, Raúl Gutiérrez, comparte una selección de la música de Coleman Hawkins, la que iniciaremos con la versión original de 1939 de “Body and Soul”
El sábado, 27 de noviembre, 2004, oiremos nuevamente a la pianista Stoko Fujii, pero esta vez dirige una big band poblada de estrellas del jazz actual en su CD “Bluepprint”.
Concurso Quincenal:
Las reglas para participar en nuestro próximo concurso quincenal se encuentran en este lugar".